martes, 13 de octubre de 2015

LA HISTORIA DE FANTITO

Había una vez, un elefante pequeño que tenía cuatro años. Se llamaba Fantito. 

Fantito iba muy contento al colegio porque se lo pasaba muy bien con sus compañer@s de clase. Sin embargo, cuando estaba en clase no escuchaba a la señorita elefanta; siempre estaba pensando en otras cosas. Unas veces pensaba en jugar con su hermanito por la tarde, otras se imaginaba que era un “superelefante” que volaba y cosas así; otras veces se distraía pensando qué estaría haciendo su mamá para comer. 

Fantito siempre estaba pensando en otra cosa cuando la señorita explicaba. Por eso, cuando la seño le preguntaba, Fantito no sabía qué responder y la seño le decía:
- Fantito, siempre estás en las nubes. 

Como Fantito no atendía a la seño cuando explicaba la ficha, no sabía lo que había que hacer y se equivocaba al realizarla. Poco a poco, Fantito se fue sintiendo más triste, porque veía que no se comportaba como los otr@s elefantit@s de la clase. Además, muchas veces no podía irse a jugar con sus compañer@s porque tenía que acabar su trabajo. 

Un día, cuando más triste se sentía, Fantito se encontró con el elefante más grande y más viejo de la manada, tenía casi 80 años y era un elefante muy sabio. El elefante se acercó a Fantito para preguntarle que le pasaba. Fantito le explicó que en el colegio siempre estaba en las nubes. El elefante sabio le dijo: 
- Fantito, los elefantes somos los animales con más memoria de la selva, yo te enseñaré nuestro truco. Cuando estés en el colegio, mira y escucha lo que explica la seño, para eso mírala sólo a ella y escucha atentamente lo que dice, intentando repetir en tu interior lo que ella va diciendo. 

Fantito preguntó al elefante sabio: 
- ¿Y qué haré cuando no sepa realizar la ficha y me quede el último sin poder jugar con los otros elefantitos?  
El elefante sabio lo miró con cariño y dijo: 
- Cuando la seño termine de explicar la ficha, cierra los ojos e intenta imaginar lo que vas a hacer, repítelo en voz muy bajita, una y otra vez mientras vas haciendo la ficha. 

Fantito dijo: 
- Entonces, si la seño nos dice que tenemos que colorear un cuadrado, recortarlo y pegarlo en otra hoja, primero me imagino en un momento que coloreo, que recorto y luego que pego un cuadrado y después empiezo a decirme: “colorear, recortar, pegar; colorear, recortar, pegar…”, ¿así hasta que lo termine? 

El elefante sabio le contestó. 
- Así es Fantito, así es como debes hacerlo. 
- Muchas gracias, elefante sabio- dijo Fantito. 

Y se despidieron chocando la trompa. Fantito empezó a poner en práctica el truco que le enseñó el elefante sabio. Al principio no le salía muy bien, pero poco a poco le fue sirviendo. Se puso muy contento al ver que terminaba la ficha como los demás compañer@s y podía jugar con ell@s. La seño elefanta se puso muy contenta y se sentía muy orgullosa de él. Desde entonces, Fantito tenía un truco muy bueno para no distraerse en la clase.

 ¡¡¡¡¡Y colorín colorete, por la chimenea sale un cohete!!!!!! 

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